La Muerte en dos Ruedas
Por Mario Escobedo
Por la rapidez para movilizarse
en el centro de la ciudad y su poco consumo de combustible, la motocicleta se
ha convertido para los huehuetecos el medio de trasporte favorito, para los
delincuentes en el mejor lucro, sin importarles dejar su paso víctimas mortales.
A diario en el informe de la policía Nacional
Civil, PNC deja en evidencia la inoperancia de las autoridades las estadísticas
indican un promedio de 6 motocicletas que son hurtadas o despojadas por hombres
armados.
“Dame la Moto o te mato” es la
frase que pobladores han grabado en su mente después de ser víctima de
delincuentes que les apuntan con arma de fuego en la cabeza y los despojan de
su motocicleta, otros al oponer resistencia les has costado la vida.
Altos mandos de la PNC, juzgados
y tribunales son cuestionados por la falta de interés en tratar este tema y contrarrestar
y dejar tras las rejas a los jóvenes incluso menores de edad que integran las cuatro
bandas de roba motos que operan en el departamento.
Forma de operar
Para Hurtar estos vehículos de
dos ruedas, un individuo vigila su víctima cuando la deja estacionada en la
calle, en cuestión de minutos su cómplice utilizando llaves maestras o ganzúas
violentan el Switch y se la lleva.
A mano Armada, les interceptan el
paso a los motoristas en calles desoladas y en horas de la noche, uno lo
intimida apuntándole con un ama de fuego y el otro los despoja de sus
pertenencias ambos huyen en la moto.
En estos actos se encuentran involucrados
de agentes de la Policía Nacional Civil, PNC al dejar el paso libre en cada
robo o hurto, propietarios de talleres de motos y de viviendas con grandes
espacios para almacenarlas, entre los integrantes de esta cuatro bandas que
operan en el departamento se encuentran, extorsionistas, sicarios y menores de
edad estos últimos reciben un pago de Q 100 para trasladarlas.
Por último, en camiones entre
ellos los que son utilizados para el trasiego de combustible son los encarados
para su movilización en municipios donde no existe presencia policial entre
ellos la Región Husita, Santa Cruz Barillas, Unión Cantinil, departamento de
Quiche e incluso en México, con precios que oscilan entre los Q 3 mil a 5 mil
en efectivo.
Otras son
desmanteladas para vender sus piezas en el mercado ilícito liderados por dueños
de talleres de motos, como comercios (Venta de Repuestos) y las estructuras que terminan en puestos que
se dedican a la recolección de chatarra.